lunes, 26 de noviembre de 2012

FIN

¿Cómo dirigir a la pléyade de la teleserie española para que parezca una película de alumnos de escuela? En fin… (el título me suena).


¡Qué manera de mantener el suspense! Ni Shyamalan. Los peores diálogos desde que dejo la huella de mi culo en el hondón de las butacas, se dice pronto. “Carpe diem”, el decaimiento de la especie humana… Tras un rápido chispazo, la asistencia pasiva a lo forzoso. Y una pregunta en el aire, disyuntiva vital, ¿con quién te lo harías cuando las trompetas últimas...? ¿Quizá la puta, o la primera novia del instituto?

Son las 22:30 h. de un domingo… Pese a todo, la gente sabe que llegado el deceso se pararán los relojes, literalmente.

Al mejor estilo forense, toman con escrúpulo la muñeca del fiambre, entre el índice y el pulgar, levantándola, como si la mano y el antebrazo formasen una paloma muerta y apuntan: “hora del siniestro”, tal y tales minutos, según las agujas.

En Fin: un despliegue zoológico para la adaptación de una novela que no he leído.




(2012)

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