Dirigida por Jaime Chávarri, es una adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima de Fernando Fernán Gómez. Cuenta el drama humano de una familia, y un grupo de vecinos, en la capital, durante la Guerra Civil. Y lo hace con ironía, y con un humor, que, poco a poco, va arrastrando al espectador hacia el lado de los perdedores. Luisito, a pesar de haber suspendido Física, quiere que su padre le compre una bicicleta. El estallido de la guerra va a obligar a postergar dicha compra. La esperanza de que pronto terminará todo, las duras condiciones de vida, la picaresca para conseguir alimentos, y la habilidad para sobrevivir -algunos, a costa de otros- se presentan como muchos de los conflictos que provoca una guerra, que, al finalizar, abriría una nueva puerta a las desgracias de muchos. “No ha llegado la paz, ha llegado la victoria”, le dice el padre al hijo al final de la película. Y suspira: “Sabe Dios cuándo habrá otro verano”. Casi cuarenta años dan para reflexionar.
(1984)

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